sábado, 20 de marzo de 2010
El regreso a casa de la Esperanza de Triana
Ayer fue día jubilar en Triana. Por la mañana, en el Ayuntamiento de Sevilla y, por unanimidad, se aprobaba en el pleno la concesión de la medalla de la ciudad a la Esperanza de Triana. Se colma, así, un anhelo que parte en 1984, cuando la Virgen iba a ser coronada y se optó por entregar una réplica de la que se le entregó al Consejo poco tiempo antes. Ahora, tras el impulso que ha cobrado la corporación en los últimos tiempos, el consistorio no ha tenido otra que aprobar unánimemente esta distinción.
Por la tarde, la Hermandad celebraba su última misa en Santa Ana antes del regreso del exilio de año y medio. El párroco, Manuel Azcárate, despedía, de forma entrañable, a la corporación. Igualmente, Adolfo Vela, el hermano mayor, agradecía las atenciones recibidas por parte del sacerdote y de la agrupación parroquial.
Las andas del Cristo y de la Virgen salieron por la puerta que da acceso a la Plazuela y encaminó sus pasos a la Capilla de los Marineros entre una inmensa multitud que acompañó a las imágenes. El Cristo lucía la túnica bordada por Santa Bárbara, y que reproduce la antigua de Rodríguez Ojeda. Tuvieron que ser retiradas las potencias por una defectuosa sujección en una de ellas, ofreciendo una curiosa estampa. La Virgen, como dato característico, portaba la toca de volantes y las esmeraldas en el perímetro del rostro.
Seis años después de comenzar las obras, la Hermandad ya estrena una capilla que gana en:
- Aforo: Casi se triplica la capacidad del templo
- Seguridad: La imagen de la Virgen dormirá, por las noches, en un bunker. El Cristo de las Tres Caídas se ocultará tras un telón cortafuegos.
- Comodidad: Se ha instalado un equipado sistema de aire acondicionado y calefacción
- Obra social: El Centro de Apoyo Infantil pasará de albergar 30 a 80 menores tras la ampliación de las dependencias anexas al templo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario